lunes, 1 de febrero de 2010

Disciplinas

Piensa en tres aficiones que tengas. Tres cosas que no tengas que hacer por obligación, que hagas por placer y a la que dediques cierto tiempo (aunque sea a rachas) a cultivar. Quizás "aficiones" no es la palabra.

¿"Disciplinas"?, mejor =).

No me refiero a "ir al cine", "salir a tomar algo", "escuchar música", "estar con los amigos", "la familia", ... eso nos gusta a (casi) todos. Tampoco valen las aptitudes profesionales.

Te digo tres mías, por ejemplo: poker, antropología, trekking.


Son esas cosas a las que ponemos pasión para mejorar, sin presión ninguna, solo por el placer de avanzar en esa disciplina, concer y profundizar en la materia. Si te rodeas de gente que comparte las mismas inquietudes, el resultado es tremendo.

Venga, seguro que se te ocurren. Te digo algunas que os conozco: tocar la guitarra, pintar, rutas en bici, idiomas, cocinar, ...

Da igual lo ambiciosas o mundanas que sean, lo importante es que te apasionen. Son esos temas en los que la gente te pide consejo sin que te dediques a ello profesionalmente. ¿Ya va quedando más claro? Bien.

Normalmente, sin darte cuenta, sigues la Regla de Pareto aplicada al aprendizaje:

Con solo un 20% de esfuerzo, obtienes el 80% del resultado. Para alcanzar ese 20% restante de resultado hasta dominarlo completamente, vas a tener que dedicarle el 80% de esfuerzo: y muchas veces no podemos dedicárselo.


Vaya lío. A mi me pasa que llega un momento en el que para avanzar en una disciplina, tengo que dedicarle demasiado tiempo. Normalmente me conformo con el nivel que he obtenido y con cierta pena paso a dedicarle menos tiempo, hasta que vuelve a darme por ahí.

¡Descubre nuevas disciplinas! ¡Cultívalas! Nunca sabes cuando te puede sacar de un apuro saber hacer un nudo franciscano, qué tipo de arbusto es ese tan raro que crece por aquí, o cuantos matices afrutados tiene ese vino peleón.